LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL - Segunda Parte


Al iniciarse el tercer año de guerra, Estados Unidos de América conservaba todavía su neutralidad, a pesar de que poco a poco su ayuda a los aliados iba en aumento. Japón, que formaba con Alemania e Italia el Eje Berlín-Roma-Tokio. hacía continuos preparativos militares que presagiaban una intervención directa en la lucha. El dominio de Asia fue siempre una de las miras niponas, y como su distancia de Europa no le permitía combatir en este continente junto a Alemania, decidió ayudar a su aliada desatando la guerra en el Pacífico.

El 7 de diciembre de 1941 Japón declaró la guerra a Estados Unidos y Gran Bretaña, pero antes de que por cable o por radiotelefonía esa declaración llegara a Washington o a Londres, atacó por sorpresa en Hawaii, las Filipinas y otras posesiones estadounidenses en el Pacífico.

El ataque a Pearl Harbor, el primero que realizó Japón, fue particularmente devastador. Los nipones acercaron portaaviones a esta base del Pacífico y desde allí sus escuadrillas de bombarderos dejaron caer poderosos explosivos sobre ella. Los defensores, que no esperaban tal ataque, puesto que no existía estado de guerra con Japón, fueron tomados desprevenidos. Los barcos de guerra allí anclados fueron hundidos o gravemente averiados, y destruidos centenares de aviones que estaban en los aeródromos. El golpe, terrible para el poderío estadounidense en el Pacífico, despertó tal ola de indignación, que al poco tiempo todo Estados Unidos se volcó en un esfuerzo bélico sin precedentes. «;Recuerda Pearl Harbor!». fue el lema ciudadano, y la industria de paz más grande del mundo se transformó con rapidez, diríase prodigiosamente, en industria de guerra.