Luzón y Manila caen en poder de los nipones


Mientras, las fuerzas japonesas de Oriente hacían rápidos progresos. En las Filipinas, el general Douglas MacArthur, del ejército estadounidense, se puso al frente de 7.000 soldados apoyados por tropas nativas. Los japoneses consiguieron desembarcar en la isla de Luzón, y convergiendo desde varios puntos no tardaron en tomar a Manila, capital del archipiélago, el 2 de enero de 1942. Los defensores no contaban con un buen equipo militar ni con adecuada protección aérea, de manera que su retirada hacia la península de Bataán puede considerarse como una de las acciones más gloriosas de los estadounidenses en esa guerra. Así, gradualmente, el poderío nipón se fue extendiendo, y cuando los japoneses culminaron su expansión con la toma de la fortaleza del Corregidor, habían conquistado un vasto imperio y tenían bajo su dominio innúmeros lugares cuya producción era vital para las acciones bélicas.