El primer desembarco aliado en el continente


El dominio del norte de África y la superioridad aérea brindaron a los aliados la oportunidad de intentar el asalto de la fortaleza europea, como llamaron los alemanes a sus defensas en el continente. Sicilia, en el sur de Italia, que está separada de la costa africana por una estrecha faja de mar, fue el lugar elegido para el primer desembarco aliado. Después de una preparación con rudos bombardeos que desorganizaron las defensas enemigas, el 10 de julio de 1943 los aliados desembarcaron en la isla. Las operaciones eran dirigidas por el general estadounidense Eisenhower; las unidades británicas estaban comandadas por el general Montgomery, y las estadounidenses por el general Patton. La marcha a través de Sicilia fue rápida, pues las tropas italianas opusieron muy débil resistencia. Solamente en Catania se combatió con rudeza. Al mismo tiempo, el 19 de julio aviones aliados bombardearon por primera vez los empalmes ferroviarios de Roma, a pesar de que la hermosa Ciudad Eterna había sido declarada abierta, esto es, que no albergaba fuerzas o depósitos de armas y que, en consecuencia, no constituía un peligro para los invasores.

Frente al avance aliado se produjo un rápido derrumbe del fascismo italiano. En sesión del Gran Consejo Fascista, el ex embajador italiano en Gran Bretaña, Diño Grandi, propuso la destitución de Mussolini y la asunción del mando por el rey. Después de una borrascosa sesión, triunfó esta tesis y Mussolini fue encarcelado y el general Badoglio nombrado primer ministro en su reemplazo. En los primeros días de este cambio de la situación política, Badoglio y el rey anunciaron que continuaban la lucha junto a Alemania, pero negociaciones posteriores concertaron la rendición de Italia a los aliados bajo condiciones muy duras.

Frente a la rendición italiana, los alemanes se apresuraron a desplegar las tropas que tenían destacadas en este país y ocuparon gran parte del mismo, procurando establecer una línea de defensa que impidiera el avance aliado hacia las provincias del Norte, asiento de la industria pesada italiana y por ello de gran importancia para Alemania.