INGLATERRA DESDE SUS PRIMEROS POBLADORES HASTA ISABEL I


Por los instrumentos rudos y toscos en forma de pera hallados en las tumbas de grava, se ha comprobado que las Islas Británicas estaban ya pobladas en el primer tercio de la época cuaternaria.

Aquellos hombres de las primeras edades vivieron a orillas de los ríos o en cavernas, no cultivaron el suelo y usaron armas y utensilios de piedra, de grosera construcción. Poco a poco fueron perfeccionando ésta y haciendo algunos otros progresos. De esa época parece que datan numerosos mounds y crónleches que a cada paso se hallan en Inglaterra. Con el tiempo, fueron a establecerse junto a ellos hombres de diversas razas venidos de apartadas regiones, y hay sobrados motivos para creer que la primera invasión fue realizada por hombres del tipo finés, que convivieron pacíficamente con los naturales.

Con las invasiones célticas nos acercamos a los tiempos históricos. Fueron dos, efectuadas por las dos grandes ramas de aquella familia: los gálicos, gaels (goield, como a sí mismos se llamaban) y los britanos, britones o bretones (brython, en lengua galesa).

Descendiente de los gaels es el pueblo que en Irlanda, en la isla de Man y en las montañas de Escocia habla el gaélico, lengua que existía también en Gales y Devon hacia el siglo vi y quizá más tarde. Representan el otro grupo lingüístico, es decir, el británico, los galeses y bretones. Estos últimos, que en el curso de esta historia llamaremos britanos para distinguirlos de los bretones de Francia, pueden ser considerados como galos que pasaron a establecerse en el país que a ellos debe su antiguo nombre de Britania, como les debe el suyo la Bretaña francesa.