Quiénes iniciaron la predicación del cristianismo en Inglaterra


En el pontificado de san Gregorio Magno, la religión cristiana, que los idólatras anglosajones habían reducido al más deplorable estado, cobró en Inglaterra nuevo vigor y lozanía. Agustín, el misionero romano que luego había de ser consagrado obispo de Canterbury y, andando el tiempo, venerado como santo, desembarcó allí a finos del siglo vi, y secundado polla reina Berta, princesa franca, esposa de Etelberto, rey de Kent, logró que éste abrazase el cristianismo con todos sus súbditos; poco a poco fueron siguiendo este ejemplo los demás reinos, y, antes que transcurriera una centuria, la heptarquía anglosajona fue cristiana.