galicia, el país de las rías, se abre como un balcón sobre las aguas del Océano Atlántico


El país gallego era en la Edad Media el más visitado lugar de peregrinación de Europa, pues la catedral de Santiago de Compostela fue antes que San Pedro de Roma el templo capital de la cristiandad.

El clima de Galicia une a la luminosidad propia de las tierras meridionales las brumas que caracterizan a los países nórdicos, por lo que resulta justificado el nombre de “España lluviosa” que se suele dar a esa región tan pintoresca.

Galicia es tal vez la región más intensamente cultivada de España, pues la propiedad de la tierra se halla muy dividida; sus verdes prados unen apretadamente a centenares de pequeños pueblos en un como abrazo de surcos ubérrimos, y las fiestas campestres, en las que, entre los instrumentos típicos, sobresale la gaita, y las danzas tradicionales, como la popularísima muñeira, ponen una nota de color y alegría, son asaz frecuentes en la campiña galaica. Rosalía de Castro, una de las más exquisitas figuras de la poesía, nacida en estas tierras, nos ha dejado pinturas de excepcional valor documental y estético sobre la vida del hombre de campo y el hombre de mar gallegos; pues también la pesca marítima es actividad fundamental de la economía de la zona, como lo dejan suponer su ubicación y las magníficas costas que posee.

La ciudad más populosa es La Coruña, cuyo puerto tiene singular importancia por su activo tráfico con todos los países europeos y americanos.

Santiago de Compostela es el corazón de Galicia y uno de los lugares más amados por los españoles todos; su catedral, ya mencionada, es la obra maestra del estilo románico; fue erigida sobre la tumba del apóstol Santiago, patrono de España, y su fábrica constituye un imponente edificio, cuyo claustro es uno de los más amplios concebidos para una obra de ese orden. La piedad de los fieles de todo el orbe ha llenado el sagrado sitio de Santiago de Compostela de tesoros magníficos, y los artistas han dado lo mejor de sí para decorar los interiores con la pompa exigida por tan imponente estructura.

Y con esta visita al solar donde yacen las reliquias del santo a cuya invocación recuperaron los españoles su ser nacional, su tierra y su cielo, concluimos nuestro corto paseo por los caminos de España.