LA REPÚBLICA PORTUGUESA


Portugal se extiende por la parte sudoccidental de la península Ibérica. Ocupa una superficie de 92.000 kilómetros cuadrados, con una población de más de 8.500.000 habitantes, incluyendo las islas adyacentes de Madera y las Azores. Como el de España, es desigual su suelo; llano en la cuenca inferior del Mondego y al sur del Tajo; montañoso entre estos dos ríos, donde se yergue la sierra de la Estrella, hasta 2.000 metros de altitud. Sin embargo, ninguna cumbre llega al límite de las nieves perennes.

El país es riquísimo en productos agrícolas, pertenecientes a las zonas subtropical y templada; ocupan el primer lugar los reputados vinos de Oporto, Lavradio, Setúbal, Estremoz y otros, aparte del famoso de Madera. Florece abundantemente el naranjo, cuyos frutos de exquisita calidad se exportan en grandes cantidades a Inglaterra y Países Bajos; rinden asimismo pingües cosechas el olivo, el datilero, el plátano, el limonero, el alcornoque, el algarrobo, los cereales y los frutales, aunque mucho podría aumentar la producción, como en España, de emplearse mejores sistemas de cultivo.

La industria, muy floreciente en la Edad Media, va reponiéndose de la decadencia a que llegó cuando se separó Brasil; y pasan hoy de ochocientos mil los obreros ocupados en más de 5.000 fábricas y talleres, localizados principalmente en los alrededores de Oporto y Lisboa, ciudades cuyos puertos son los dos más importantes de la nación. Entre los productos fabriles más estimados se cuentan los paños, los tejidos de algodón y la cordelería, y gozan de merecida fama la cerámica de Estremoz y la joyería, especialmente la de Viseo, de carácter muy original.

Portugal tiene por límites al Oeste y al Sur el océano Atlántico; al Norte está separado de España por el Miño y las montañas de Penagache; por el Este la frontera con España traza una línea sinuosa y está constituida por parte del curso del Duero, del Tajo y del Guadiana, así como por otros ríos de escasa importancia. Su mayor longitud, de Norte a Sur, es de 360 kilómetros; y su anchura máxima, de 80.

El clima es muy variable; en el litoral se goza de una doble primavera y el invierno es muy corto, además el calor queda mitigado por las brisas del mar; en las regiones elevadas la temperatura es bastante baja en invierno, pero en cambio se siente, en verano, un calor sofocante en algunos altos valles. El mayor frío se experimenta cuando soplan los vientos procedentes de las nevadas sierras de la meseta castellana.

La salubridad del país, en general, y la belleza de los paisajes tienen en contra la frecuencia con que se dejan sentir los terremotos en la parte meridional de la república.

La costa ofrece numerosos resguardos; y en ella se levantan las importantes poblaciones de Oporto, Aveiro, Figueira da Foz, Peniche, Lisboa, al este del cabo de la Roca, y Sagres en el extremo meridional o cabo de San Vicente, todas de Norte a Sur. En la costa del Mediodía se hallan Albufeira y Faro. En el interior figuran, entre las ciudades principales, Viseo, Braga y Braganza, en el Norte; Coimbra y Guimaraes, en el centro, y Évora en el Sur.

Los ríos principales son el Duero y el Tajo, en portugués Tejo y, después de éstos, el Mondego, el Vouga, el Sado, Mira, y otros.