INDEPENDENCIA Y EVOLUCIÓN DE URUGUAY


 Alarmado el gobierno de Buenos Aires por los rápidos adelantos que la propaganda de Artigas hacía en las provincias del litoral, decidió tentar un avenimiento con el caudillo uruguayo, le confirió el título de comandante general de la campaña de Montevideo y le manifestó el propósito de entregar la plaza de Montevideo en manos de los orientales, a cuyo fin retiraría el ejército que la ocupaba. Esta promesa no se cumplió; las tropas de Buenos Aires atacaron a las artiguistas, pero fueron derrotadas por éstas en Guayabos.

El general Carlos de Alvear, que como Director Supremo gobernaba en Buenos Aires por renuncia de Posadas, envió a Montevideo a su ministro don Nicolás Herrera, para que pactara con el Jefe de los Orientales las condiciones de la paz. Mediaron también con igual objeto dos miembros del Cabildo de Montevideo, que se trasladaron al campamento de Artigas, y quedó estipulada lo desocupación de la ciudad y su entrega a las milicias uruguayas.

Artigas designó, para tomar posesión de la plaza, a su lugarteniente Fernando Otorgues, quien, con el título de gobernador militar, hizo su entrada en ella el 26 de febrero.