EL ARTE MUSICAL DEL SIGLO X AL SIGLO XVII


La influencia que la música había ejercido en los hombres del mundo antiguo se extendió a los de la Edad Media, tal como se puede apreciar no sólo en la documentación escrita sino también en la plástica de la época. Durante ese largo período era frecuente ilustrar los libros y manuscritos con miniaturas alegóricas, que en cierto modo anticipaban gráficamente el contenido del texto. Una miniatura del siglo ix, perteneciente a uno de los tantos manuscritos conservados en la Abadía de Saint-Gall, representa a san Gregorio componiendo música por inspiración del Espíritu Santo, que se nos muestra bajo la forma de una paloma que acerca su pico al oído del Papa reformador de la música medieval.

La escultura registró también el prestigio que había alcanzado nuestro arte, tal como se puede apreciar en la llamada Casa de los Músicos de la Rué du Tambour -Calle del Tambor-, en la ciudad de Reims, Francia, en cuya fachada se pueden admirar seis hermosas estatuas que representan a seis músicos sentados. Dichas figuras reproducen el prototipo de los instrumentistas que mencionan los textos del siglo xiv como acompañantes de trovadores y menestrales, y ellos son: el arpista, el flautista, el trompetista, el gaitero y los tañedores de cítara y vidula o viola, precursora del violín.