El ars nova se inicia en Francia y se extiende por Europa


Durante el siglo xiv se produjo una verdadera revolución musical, que ha sido llamada ars nova frente al estilo que había predominado hasta entonces, o ars antigua. Esa reforma, consistente en la simultaneidad de voces V sonidos, la inició Guillermo de Machault (1300-1377), en Francia, con una Misa que compuso para cuatro voces, la primera en verdadero estilo polifónico. De Francia la innovación pasó a Italia, pero mientras en aquélla el ars nova siguió aplicándose a la música sacra, en Italia consiguió dar nuevo impulso a la música profana. Simultáneamente se desarrollan en este país otras formas derivadas del estilo trovadoresco, tales como el madrigal, la ballata y la caccia, que se caracterizaron por la riqueza melódica y el sistema armónico.

El estilo polifónico se completó con el contrapunto o arte de componer nota contra nota, para varias voces simultáneas -vocales o instrumentales-, según ciertas reglas que conducen a un todo armónico en el que no sólo interesa la simultaneidad de los sonidos sino también el desarrollo total de las líneas melódicas superpuestas. Por eso el contrapunto se desarrolla, como la melodía, en una línea horizontal, mientras que la armonía lo hace en una línea vertical. Durante el predominio de la polifonía con-trapuntística se llegó a verdaderas exageraciones, pues los autores reunieron hasta cuarenta o cincuenta líneas melódicas superpuestas, como el Deo Gratias de Juan d'Ockeghem (1430-1495), para treinta y seis voces humanas a capella, es decir, sin acompañamiento instrumental.

El centro más importante del nuevo estilo fue la llamada escuela neerlandesa, que agrupaba a compositores de Flandes -Bélgica, Holanda y norte de Francia- y de otros países vecinos. Además de Juan d'Ockeghem dicha escuela tuvo como principales exponentes, durante los siglos xv y xvi, a autores como Guillermo Dufay, Gilíes Binehois, Enrique Isaac, Adrián Willart y el inglés Juan Dunstable. Aunque todos ellos se dedicaron preferentemente a la música sacra, cultivaron también la profana, tal como se ha podido comprobar mediante algunos fragmentos que nos han llegado, plenos de inspiración y sugerencias.