INVENTORES DE LA RADIOTELEGRAFÍA


Ya hemos visto cómo sucesivos descubrimientos científicos lograron disminuir la cantidad de hilos empleados en las líneas telegráficas, hasta reducirlos a uno solo, y también cómo, después de obtener de esa línea de un hilo único el rendimiento máximo con los sistemas de transmisión múltiple, se llegó a la deducción lógica de que con el tiempo también desaparecería este elemento como conductor de la telegrafía.

Uno de los precursores fue el español Salva, quien a comienzos del siglo xix tuvo la intuición de que era posible enviar despachos telegráficos sin utilizar hilo metálico alguno, sirviéndose para ello del agua del mar. Branly, físico francés, inventor del cohesor; Hertz, descubridor de las ondas eléctricas que llevan su nombre y de la manera de producirlas y anunciar su presencia; Lodge, físico inglés que en 1894, después de muchos experimentos, pudo demostrar que era posible utilizar las ondas para señales, y muchos otros hombres de ciencia hicieron factible, con sus descubrimientos, llegar a la maravillosa invención de la telegrafía inalámbrica, gracias a la cual se salvaron miles de vidas y se lograron incalculables beneficios y progresos materiales en brevísimo tiempo.

Pero no fue por medio de las corrientes del mar, ni de las olas, sino de las ondas eléctricas, como pudo Marconi llegar a la portentosa realización de las comunicaciones radio-eléctricas.