Se escuchan las señales radiotelegráficas a través del océano


Animado por estos resultados, Marconi decidió intentar la comunicación transatlántica: en 1901 se embarcó para Terranova con sus equipos. Instaló una estación receptora y otra emisora que debían establecer comunicación con Inglaterra. Al comienzo, la recepción de las señales era muy defectuosa. En el mes de diciembre el inventor informó que había conseguido oír algunas “eses” del alfabeto Morse, letra que, como es sabido, está formada por tres puntos. Su dato fue recibido con el mayor escepticismo. No desmayó Marconi en la empresa. A medida que pasaban los días su ansiedad aumentaba, pero también era mayor la esperanza y la fe que tenía puestas en sus cálculos.

Con más tesón y fervor prosiguió sus experimentos. Hora tras hora, día tras día, relevábase en la cabina receptora con su ayudante, hasta que el 12 de diciembre de 1901, a las 11.30, en la costa de Terranova oyeron perfectamente las señales radiotelegráficas emitidas desde Poldhu por el operador de la estación emisora. La emoción hizo estremecer a los hombres, que se estrecharon en un fuerte abrazo. Esta comunicación efectiva causó sensación en todo el mundo y especialmente entre los hombres de ciencia, quienes no creían posible la utilización de las ondas hertzianas, -que se transmiten en línea recta- a causa de la curvatura de la Tierra. Por vez primera en el mundo, un hombre había enviado señales a través del océano lanzándolas con la fantástica velocidad de la luz, es decir, a 300.000 kilómetros por segundo.