El oro es un metal de interesantes características


Estímase en 18.200 toneladas la cantidad de oro extraída de la tierra desde el año 1500 hasta la fecha, cantidad fabulosa si se atiende solamente al valor del metal obtenido, pero insignificante si se tiene en cuenta que es el resultado de la búsqueda en la superficie del planeta, sin haberse llegado todavía a regiones profundas de su corteza.

Para los antiguos era el metal más precioso porque, para ellos, era el más raro, pero en realidad no es más escaso que el cobre, el estaño o el plomo, y aun es más abundante que el níquel, el cobalto, el platino y otros metales raros. A pesar de ello, tiene un valor propio considerable, como tiene también propiedades características. Una partícula de él, un simple grano, puede convertirse en una lámina de cerca de metro y medio cuadrado; y el oro que emplean los doradores en formas de hojitas es tan delgado, que 280.000 de estas hojitas superpuestas no alcanzan un grueso mayor de 25 milímetros. El oro puro es casi tan blando como el plomo; con todo, 6 centigramos de aquel metal precioso pueden convertirse en un alambre de 150 metros de longitud, y uno de estos alambres, de milímetro y medio de espesor, sostiene un peso no menor de 65 kilos.

En realidad, es en extremo admirable que este metal haya sido tan cuidadosamente acumulado por la Naturaleza en las rocas, en la tierra, en el mar, en el lecho de los ríos y, prácticamente, en todos los países.