El gran descubrimiento que revolucionó la técnica del alumbrado


El gran descubrimiento que ha revolucionado la técnica del alumbrado es la luz eléctrica, producida por la incandescencia de un filamento vegetal o metálico, fijo en el interior de una bombilla de cristal, donde previamente se hace el vacío, o bien por la incandescencia al aire libre de partículas de carbón volatilizadas, que pasan de un polo a otro bajo la acción de una corriente bastante poderosa.

El distinguido físico inglés Davy fue quien primero dio a conocer la luz de arco, en 1813, ante la Royal Society de Londres, con una batería de dos mil elementos de la primitiva pila de Volta, empleando un carbón puesto en comunicación con cada pila, a los que juntaba después y separaba inmediatamente a muy corta distancia. Masson, Becquerel, Thury, Staites, Petrie, Wartmann, Grove, Bunsen, Foucault, Archerean, Debuil, Dubosc, Serrín y otros, trabajaron con posterioridad a Davy en esta bella aplicación de la electricidad; pero los esfuerzos de todos ellos no hubieran tenido otro interés que el puramente teórico y de experimentación curiosa, si los dilatados estudios del gran Faraday sobre el desarrollo de corrientes inducidas no hubiera preparado el camino a los ingeniosos aparatos inventados por Pexii, Saxton, Siemens, Edison y otros, destinados a la producción de la luz por dichas corrientes. Veamos, ahora, cómo encontró Davy la luz eléctrica de arco, dejando para después cuanto se refiere a las lámparas eléctricas y a los progresos de este excelente alumbrado.