COMO SE UTILIZA EL SUELO


Cuanto más conocemos nuestro mundo, con ¡mayor claridad se nos ofrece la idea ¡de que su destino sublime es ser asiento de la vida. Por eso, consideramos al planeta como vehículo del proceso vital y como teatro o escenario en el cual éste se desenvuelve. Vimos ya que de los seres que viven en la tierra, los de respiración pulmonar han adquirido mayor desarrollo. Ahora bien, al estudiar esta vida, observarnos que depende de los fenómenos habituales en la misma superficie de la corteza, allí donde el aire y la tierra se tocan. También sabemos que esa capa superficial, hasta algunos centímetros de profundidad (o, en otros casos, hasta varios metros), transformada por la acción combinada  del aire, del agua y de los seres vivos, se convierte en lo que llamamos suelo.

Así, teniendo en cuenta que la vida animal depende de la vegetal, y ésta, a su vez, del suelo, podemos decir que todo cuanto contribuye en el planeta a sostener las formas más evolucionadas de vida está subordinado a ciertas transformaciones que se llevan a cabo ininterrumpidamente en la superficie terrestre.

Claro está que no siempre nos será fácil reconocer el espesor de un suelo, porque las sustancias minerales y orgánicas frecuentemente se diluyen en las zonas vecinas del terreno. Suele suceder que la lluvia, o el agua desbordante de ríos, lagos o lagunas, se filtre por las fisuras naturales de la corteza terrestre, arrastrando parte de los cuerpos solubles que integran las capas superiores. Así se originan distintas acciones químicas muy importantes, por la gran cantidad de productos secundarios a que dan nacimiento. Éstos, a su debido tiempo, se combinan entre sí, ayudados por la presencia del anhídrido carbónico que se va formando al fragmentarse las rocas del subsuelo.

Las capas de tierra sometidas a la acción de la temperatura, los vientos, los animales y el agua, como dijimos, constituyen el suelo propiamente dicho, formado a expensas de una roca madre. Ésta, aunque permanece inalterada en su esencia, suministra, es decir, cede los materiales necesarios para la formación de cualquier tipo de suelo. Una vez que los agentes atmosféricos actuaron bastante sobre una roca, la vida vegetal y la animal se inmiscuen en el proceso, depositando restos orgánicos. Por esa causa, los suelos de las regiones tropicales, de tupida vegetación y riquísimas en especies animales, alcanzan espesores de tres metros o más. En cambio, al nivel de las altas montañas o cerca de los polos, los suelos son poco más que delgadas películas.