La margarita o maya, y la milenaria o milhojas


La preciosa margarita forma una nevada alfombra en los campos o en los prados, al llegar la estación de sus flores. Esta planta exhala un olor penetrante, alcanza considerable altura, y de tal modo invade el suelo que ahoga a las demás hierbas; el labrador pone todo su empeño en arrancarla, porque el ganado no hace ningún caso de ella. La margarita pertenece al mismo género que los hermosos crisantemos; sus inflorescencias son muy lindas, con las flores centrales tubulosas, de color amarillo, y las exteriores liguladas, con una larga lengüeta blanca.

La milenrama, llamada también mil-hojas o aquilea, es una bonita planta que crece a orillas de los senderos y tiene las hojas en extremo recortadas y parecidas al follaje de los helechos. No puede contársela entre las hierbas nocivas, aunque comunica sabor amargo y penetrante olor a la leche de las vacas, cabras, etc., que comen de ella. También se obtiene de la aquilea una droga estimulante. Las cabezuelas, que forman densos corimbos terminales, tienen flores centrales de un blanco verdoso, el cual no es muy común entre las plantas, y marginales liguladas, sus lígulas son blancas y los aquenios oblongos y aplastados.