Un pequeño animal que se oculta bajo tierra cuando ve que lo observan


Este curioso animal tiene cinco dedos en cada pie, como los hombres y monos, pero cuatro de ellos se hallan provistos de largas y fuertes uñas, de suerte que el equidna puede abrir un agujero en la tierra con sorprendente rapidez, y enterrarse en él mientras se le está contemplando. A semejanza del ornitorrinco, el equidna pone huevos, pero no los deposita en su madriguera para incubarlos allí, como hace aquél, sino que los introduce en una bolsa que posee, donde permanecen hasta que nace a la vida el nuevo ser, el cual es amamantado allí mismo por su madre.

Por lo que nos dicen las rocas acerca de la historia de la Naturaleza, algunos sabios creen que los animales como el ornitorrinco y el equidna aparecieron después que los reptiles empezaron a vivir sobre la tierra, procediendo de ellos, y antes de que las aves comenzaran a formarse de otros reptiles, mediante la transformación de éstos en animales de cola carnosa y grandes dientes. A juicio de dichos sabios, de ciertos seres semejantes a los ornitorrincos proceden otros mamíferos; mientras que el puerco espín y el oso hormiguero es probable que desciendan de algún animal semejante al equidna. Tras las aves vinieron los animales llamados marsupiales, es decir, animales provistos de bolsas en la parte inferior de sus cuerpos (donde guarecen a sus hijos), de los cuales todavía quedan algunos en Australia, en Nueva Guinea y en América.

El más famoso de todos los marsupiales es el canguro, que habita en Australia. Los primeros marsupiales llegaron a este continente y a Nueva Guinea cuando las aguas del mar no habían aislado aún del resto del mundo dichos territorios. Al ocurrir este cataclismo, la mayoría de ellos se hallaban en Australia, pues el número de los que en Nueva Guinea existen no tiene gran importancia.