Muy diferentes y numerosas son las razas de los perros


De las formas primitivas de perros se han originado, merced a las influencias del medio en cada localidad y de los cruzamientos, una porción de razas bien determinadas, que ofrecen caracteres fijos que las distinguen.

En general, agrupando los perros por sus semejanzas y por sus diversos usos y aptitudes, podemos dividirlos en perros salvajes o que han pasado al estado de tales; perros de ganado y defensa; perros de caza; perros de lujo, y variedades de diferentes países.

El primer grupo de perros, los salvajes, suelen presentar la particularidad de que no ladran, según se puede observar en muchos perros salvajes de América. Roulín, a quien se debe un estudio sobre los perros cimarrones americanos, asegura que los que habitan en el continente, en las pampas, y los que abundan en las islas, ofrecen la diferencia notable de que estos últimos han perdido la voz, mientras los otros no han dejado de ladrar. Según opinión de Quatrefages, el ladrido lo ha adquirido el perro en domesticidad, para hacerse entender por el hombre.

Entre los perros salvajes merece especial mención el dolo, animal receloso, parecido al lebrel, de hermoso pelaje pardo rojizo, que habita en la India, en espesos bosques de cañaverales y bambúes, donde rara vez penetra el ser humano; el buansu o perro del Himalaya, parecido al anterior, que vive en las cavidades de las rocas y en las mismas regiones que el dolo; el caberu, que es un perro salvaje de Abisinia; el dingo y el kararahe de Australia; y también podríamos contar entre estas especies el perro de los indios de América del Norte, del que los aborígenes, y en particular los indios liebres, se sirven para cazar el reno y otros animales.