Una rara propiedad del elefante que pocas personas conocen


Los colmillos, además de servirle para obtener su alimento, son las armas con que cuenta para su defensa el elefante. Cuando se ve atacado por un tigre o león, no suele intimidarse; y si logra descargar un golpe con sus colmillos sobre su enemigo, generalmente lo mata o lo deja por lo menos inutilizado para la pelea.

Los elefantes tienen los ojos muy pequeños, pero se hallan dotados de una vista admirable, como asimismo de un maravilloso olfato, que viene a ser un excelente auxiliar del sentido de la vista. Los elefantes ciegos caminan perfectamente y con gran seguridad oliendo y palpando con la trompa el lugar que han de pisar.

Ofrece el elefante una curiosa particularidad que pocas personas conocen: la estructura de sus patas traseras es diferente de la de todos los demás animales. Las patas traseras de los caballos o los perros se doblan hacia adelante, de suerte que, cuando estos animales se echan, quedan dobladas y recogidas debajo de sus cuerpos.

Las patas traseras de los elefantes tienen la misma conformación que las piernas de los hombres: se doblan hacia atrás, de suerte que cuando se echan, las estiran hacia atrás. Ésta es una de las más admirables disposiciones de la Naturaleza, pues siendo el elefante tan pesado, si sus patas traseras tuvieran la misma conformación que las de los otros animales, no podría, dado su peso, levantarse otra vez después de echado.

Posee este animal una memoria prodigiosa; recuerda siempre los beneficios que recibe y jamás olvida ni perdona las ofensas, bien provengan del hombre, bien de otro individuo de su misma especie. La historia del elefante que roció de agua al sastre que le había pinchado la trompa con una aguja es probablemente cierta. Pero no puede admitirse que llevara el agua en la trompa, pues el elefante no puede transportar este líquido como el camello. Utiliza la trompa para beber; cuando siente sed, introduce dicho órgano en el agua y la absorbe a manera de una bomba que luego descarga dentro de su boca.

Los elefantes viven en los grandes bosques y forman manadas que agrupan hasta cien individuos.