De cómo burla la liebre a sus perseguidores


Para escapar de aquellos, huye con velocidad prodigiosa, a través de terrenos abruptos, por los cuales otros animales no pueden correr tan fácilmente. Cuando se ve alcanzada, vuélvese con la velocidad del rayo, y dando un gran salto de costado, se oculta hasta que el perro, o cualquier otro animal que la persiga, se haya alejado de ella, despistado. A veces se echa a nado en las aguas del mar o de algún río, para sustraerse al peligro.

El conejo es uno de los animales silvestres más comunes en ciertas regiones de América. Hace un agujero en la tierra, en las proximidades de un bosque, en la ladera de un monte, o entre los espesos helechos, y allí vive feliz, si tiene a su alrededor pasto abundante. Si no es así, se aleja para buscarlo en los jardines y huertos, en los que causa grandes destrozos, pues no sólo devora todo lo que tiene gana, sino que muerde y estropea muchas plantas, entre las que suele entregarse a traviesos jugueteos.

Australia es el país donde abundan más los conejos. Cuando fue descubierto este nuevo continente, no existían allí estos animales; pero soltaron en él algunas parejas, y se multiplicaron de tal suerte, que en la actualidad constituyen una verdadera plaga que devasta las cosechas. Ningún labrador puede dormir tranquilo hasta que no ha cercado sus tierras con una tupida red metálica.

Otro tanto acontece en la Argentina con las liebres, donde en algunos puntos causan tanto daño, que ha sido preciso idear medios especiales para exterminarlas.