El armadillo que cava la tierra más deprisa de lo que lo haría un hombre


El armadillo no pertenece a la familia de los hormigueros pero es del mismo grupo. No es tampoco un animal insectívoro, rigurosamente hablando, pues se nutre de casi todo lo que encuentra: legumbres o granos, insectos o carne, tanto fresca como corrompida. El armadillo viene a ser uno de los mejores basureros que hay en América del Sur y en la Central. Contribuye a consumir los animales muertos y los despojos de las reses, etcétera, que los habitantes de los campos suelen tirar y que, si no desaparecieran, serían origen de enfermedades infecciosas. Es un ser muy extraño. Tiene una armadura de numerosos escudetes, reunidos en dos escudos óseos, separados por bandas articuladas transversales; un escudo frontal que le protege la cabeza, y la cola cubierta por bandas flexibles. Sus patas quedan libres, permitiéndole correr con asombrosa velocidad; tiene en ellas grandes uñas, con las cuales puede escarbar la tierra más de prisa de lo que lo haría un hombre valiéndose de una azada; si se intenta sacarlo de su escondrijo, el animal se va metiendo más y más adentro mientras se cava. El mejor modo de cazarlo es inundar la cueva.

En cierta ocasión, un hombre se propuso apoderarse de un armadillo, a todo trance. Pudo lograrlo, pero tuvo que estar cavando por espacio de ocho horas, y se vio precisado a practicar seis excavaciones, una tras otra.

En tiempos remotísimos existieron armadillos gigantes, pero sólo han subsistido los más pequeños, cuyos cerebros eran proporcionalmente de mayor tamaño que los de los otros.

Entre los principales armadillos se encuentran: la mulita, llamada así por sus largas orejas que habitual-mente lleva dirigidas hacia atrás; el pichi que es el de menor tamaño del grupo y que presenta el escudo como si sólo estuviera apoyado sobre el largo y sedoso pelo que protege su cuerpo; el mataco o quirquincho bola, que recibe este nombre porque puede encerrar sus partes blandas dentro de la armadura, tomando el aspecto de una verdadera esfera; el de mayor tamaño de todos, gigante del grupo, es el tatú carreta que llega a medir más de un metro sin contar la cola; finalmente, se llama peludo a la especie que presenta el caparazón cubierto de pelo hirsuto y abundante.

Parientes cercanos de los armadillos tenemos otros raros animales de hocico romo, cola rudimentaria, pelaje espeso, y miembros largos y terminados en garras, que viven en los árboles de las selvas tropicales de América. Nos referimos a los perezosos, llamados así por la lentitud de sus movimientos y que pasan su vida suspendidos de las ramas; ambas características, unidas a una rara coloración verdosa dada por ciertas algas que les crecen entre los pelos, permiten a estos animales pasar inadvertidos entre el follaje, lo que constituye en verdad su único medio de defensa.