Cicerón orador, Marco Antonio militar y Octavio emperador


Como quiera que sea, después del asesinato de Julio César, Cicerón pronunció muchos discursos célebres contra Antonio, de lo cual se resintió tanto éste, que lo colocó entre el número de los ciudadanos a quienes condenó especialmente a muerte; y en efecto, habiendo caído Cicerón en manos de algunos amigos de Antonio, le cortaron la cabeza y se la remitieron al tribuno. Cicerón, gran orador, cuyos discursos aún ahora son considerados como modelos de elocuencia, escribió también libros que nos hablan más de aquellos remotos tiempos que cualesquiera otros de la literatura romana.

Después de la muerte de César, parece que Octavio y Antonio quisieron dividirse el mundo romano entre ellos, pero en cuanto cada uno pensó en gobernar solo, sobrevinieron guerras. Antonio era un militar de mucha más experiencia que Octavio; ello no obstante, éste salió vencedor y aquél vencido, porque, amando a Cleopatra, reina de Egipto, y siendo amado por ella, le entregó el dominio absoluto de Egipto, que era una provincia romana; por este acto, Antonio fue considerado traidor a la patria, y Octavio le declaró la guerra.

Vencido Antonio por mar y por tierra, cuando se convenció de que no 16 quedaba esperanza de victoria, se suicidó; con esto quedó libre el camino que habría de llevar al joven Octavio a alcanzar el dominio absoluto, ¡como primer emperador de todo el mundo romano.