LOS INVENTORES DEL TELÉGRAFO Y DEL TELÉFONO


Nadie sería capaz de decirnos en pocas palabras quién ha sido el inventor del telégrafo y del teléfono; pues son tantos los hombres relacionados con estos inventos que, en realidad, la respuesta no puede menos de ser larga y complicada. El salvaje que redobla un tambor, o enciende fuego, a fin de que los de otras tribus puedan ver desde lejos el humo, usa el telégrafo de igual manera que lo utilizaban los pueblos de la antigüedad.

Tanto el soldado romano del mundo antiguo que movía su escudo en posiciones determinadas y reflejaba con él la fuerte claridad del día, como el marinero que agita unas banderas, haciendo señales convencionales, están telegrafiando.

El niño, que con un pedazo de espejo refleja los rayos del sol en un oscuro rincón, hace uso, sin saberlo, del telégrafo heliógrafo. Esta danza de luces en que suelen entretenerse los niños con sus pedazos de espejo, es exactamente la misma que, en mayor escala, empleaban los habitantes de Argelia hace cerca de un millar de años. Combinando unos grandes espejos, acostumbraban telegrafiarse mutuamente con los rayos del sol, desde uno a otro extremo del país. Aún hoy día, se usa incluso en California el mismo procedimiento; con sus espejos-telégrafos, consiguen los habitantes, en los días de sol, comunicarse entre sí hasta una distancia de trescientos kilómetros. No sabemos a quién se le ocurrió la idea de utilizar el espejo y la luz solar como telégrafo.

El telégrafo de señales o mástil de Chappe consistía en un mástil que en su extremo superior tenía dos hojas articuladas de madera, que podían moverse mediante cuerdas y poleas. Los ángulos y posiciones que podían tomar los brazos uno con respecto del otro y cada uno con el mástil, representaban otras tantas letras. Era lo más perfecto que se había conocido hasta ese año de 1794. La primera línea de telégrafo de señales se estableció entre París y Lille, con 16 estaciones a 14 kilómetros de distancia entre una y otra.

Cuando Napoleón hizo la campaña de Rusia, se comunicaba con París en días despejados por un sistema parecido al descrito anteriormente. Los fundamentos de este telégrafo aún se aplican en las señales y semáforos de los ferrocarriles.