El descubrimiento de la insulina por Grant Bantinc


Frederick Grant Banting, joven y desconocido médico rural de Canadá, luego de haber participado en la primera Guerra Mundial, instaló un pequeño laboratorio en el poblado donde habitaba y allí, en los momentos que le dejaba libre su profesión, se dedicó a investigar un aspecto de la medicina que mucho le preocupaba. Su padre había muerto víctima de una enfermedad llamada diabetes y él se había propuesto descubrir un remedio con qué combatirla.

Banting investigó sobre las secreciones internas del páncreas y habiendo observado que si no tuviéramos páncreas, todos moriríamos de diabetes, halló el hilo conductor que lo llevaría a descubrir la hormona insulina que luego pudo usar como remedio específico contra la diabetes.

La investigación de Banting no se detuvo allí; demostró la existencia de otras sustancias de composición análoga que podían hallarse en algunas plantas, y de ese modo, desde 1922, la diabetes fue una enfermedad crónica en lugar de mortal.

Frederick Grant Banting fue recompensado en 1923 con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina.