El heroico negrito porteño que murió por su honor y su bandera


También en las páginas de la historia argentina brilla el heroísmo de los que un día fueron esclavos.

Cuando el general San Martín preparaba el ejército libertador, muchos negros se enrolaron en sus filas, y a lo largo de la campaña demostraron su heroísmo y amor a la patria. Entre ellos, la historia ha recogido el nombre del soldado Antonio Ruiz, apodado Falucho, quien, durante la sublevación registrada en la fortaleza de El Callao en la noche del 4 al 5 de febrero de 1824, fue muerto por negarse a saludar el pabellón español. Al darse la orden de presentar armas, el negrito Falucho rompió filas, exclamando: “¡No puedo hacer honores a una bandera contra la que he peleado durante diez años!”, al par que tomaba su fusil por el cañón y lo rompía contra el asta de la enseña realista. Tan heroico rasgo de fidelidad le valió la última pena, pues fue fusilado en el acto. El valiente liberto murió por su patria, lanzando ante el pelotón sus últimas palabras de rebeldía: “¡Viva Buenos Aires!”