La revolución turca que estalló en una noche y transformó Turquía


Entretanto, un gran movimiento se iniciaba en Turquía, cuya preparación duró años, sin que se percataran de ello. Muchos turcos abominaban del estado de cosas existente en su país, y decidieron formar una sociedad para mejorarlo.

Lo que se deseaba era quitar el poder de las manos de un hombre que durante tanto tiempo había paralizado el país y lo había deshonrado ante los ojos de las naciones europeas, y darle una constitución duradera; algunos años antes se había concedido una, pero pronto fue anulada. También querían que existiese un método honrado para elegir miembros al Parlamento. Como se ve, era de suma importancia que los Jóvenes Turcos, como se llamaba a los reformadores, tuviesen a su favor al ejército; así fue que usando de gran cautela, disfrazados algunas veces de vendedores ambulantes y barberos, los agentes del movimiento se ganaron la simpatía de los soldados, especialmente de los jóvenes.

Al fin, en julio de 1908, se dejó a un lado todo secreto, y el golpe, largo tiempo preparado, se llevó a efecto. El cuerpo del ejército macedonio abrazó la causa, así como los batallones del Asia; entonces el Comité de los Jóvenes Turcos se sintió con bastante fuerza para pedir al sultán que aceptase la Constitución dentro de las veinticuatro horas.