El juvenil Irak ha pasado por vicisitudes harto graves en los últimos años


Otro de los países integrantes del bloque de naciones del Asia árabe, es Irak. Lindante con Turquía al Norte; con el golfo Pérsico, Kuwait y Arabia Saudita al Sur; con Irán al Este; y con Jordania y Siria al Oeste. Irak es un país asentado sobre el suelo que guarda los restos de dos de las más antiguas civilizaciones del mundo: la sumero-acadia y la asirio-babilónica. Esto nos dice que el hombre se ha asentado en el territorio que los griegos llamaron Mesopotamia, desde hace más de 5.000 años.

Los dos grandes ríos, el Tigris y el Eufrates, que en la antigüedad desempeñaron principal papel en el desarrollo económico y político de esa región, ven disminuida un tanto su importancia moderna; pero no por eso dejan de ser dos factores que cuentan, sobre todo en el sur del país, cuyo terreno aluvional, depositado durante siglos por las aguas que van a volcarse en el golfo Pérsico, es el más apropiado para los cultivos agrícolas. El sur del Irak es la parte más fértil del país, y también la más calurosa. En el Norte, en cambio, el clima es más frío; allí es donde se extienden los campos de pastoreo, y donde la pequeña ganadería priva sobre otros tipos de actividades económicas.

Sin embargo, y pese a la indudable importancia, sobre todo nacional, de la agricultura y la ganadería, la mayor fuente de recursos de la nación iraquesa es su gran reserva de petróleo. La explotación del subsuelo ha pasado a ser, desde el comienzo del segundo cuarto del presente siglo, la actividad preponderante en aquel país.

El 80 % de la población del Irak es de origen árabe. Entre los grupos no árabes el mayor es el de las tribus curdas o kurdas, el número de cuyos integrantes alcanza a casi un millón: se trata de un pueblo no semítico, cuya morada, situada en las zonas altas del Irán, Irak y Turquía, habita desde hace cerca de dos milenios; aunque buena parte de ellos profesa la fe de Mahoma, su vida se desenvuelve prácticamente apartada de la comunidad árabe. Los cristianos apenas alcanzan a sumar unos cien mil, y un número igual de judíos que vivían en Irak emigraron a Israel luego de la creación de dicho estado.

La ciudad capital, y al mismo tiempo la de mayor población, es Bagdad, que sobrepasa holgadamente el medio millón de habitantes; otra ciudad importante es Basora, sobre las costas del golfo Pérsico.