Cómo comenzó y cómo se agravó la decadencia del poder turco en Europa


Por fin, después de dos terribles meses, cuando parecía que era ya cuestión de pocos días la rendición de la ciudad, llegó en auxilio de ésta un ejército polaco a las órdenes de Juan Sobieski, que fue acogido con indescriptible entusiasmo.

El solo nombre de este rey de Polonia, que anteriormente los había derrotado varias veces, aterró a los turcos, que huyeron a la desbandada, abandonando copioso botín. Levantóse el asedio y los turcos fueron arrojados de Austria. Desde aquel día, 12 de setiembre de 1683, la decadencia del poder otomano en Europa fue progresiva, ya no aterraron los sultanes al mundo, aunque consiguieron éxitos aislados y durante muchos años continuaron dominando despóticamente a las naciones cristianas de la península balcánica; la lucha continuó con firmeza, aunque lentamente.

Los turcos fueron arrojados de Hungría; perdieron muchas islas v ciudades en el Mediterráneo, y Grecia pasó a poder de los venecianos antes de reñir su última y larga lucha para sacudir el yugo otomano. Los rusos, que habían entrado ya en el concierto de las naciones europeas, se apoderaron de Azof, puerto del mar Negro, y poco a poco de toda la ribera norte de este mar. Un poder naval en el mar Negro era una amenaza para Constantinopla, que veía disminuir su influencia en los otros cinco mares que bañan las naciones balcánicas.