La piedra negra en que está escrita la historia de un rey famoso


El hijo de Asurnasirpal, Salmanasar II, construyó también un palacio en Calah y un obelisco de basalto negro. En éste están inscritas las expediciones que realizó durante su largo reinado. La escultura está en fajas sucesivas y muestra cortejos de los pueblos vencidos que llevan tributos de dromedarios, elefantes, monos y caballos. La segunda faja es muy interesante para nosotros, porque representa el tributo de Jehú, rey de Israel, consistente en toda clase de vasos áureos. Teglatfalasar III, conocido en la Biblia por el nombre babilónico de Pul, vivió cerca de un siglo después que Salmanasar II. Las inscripciones y figuras a él referentes muestran que fue muy guerrero, pues una lo representa asaltando a una ciudad, cuyos dioses son paseados en procesión, y en otro bajo relieve pisa el cuello a un enemigo, como señal de absoluto dominio.

Otra figura representa ganados y rebaños tomados por sus tropas, y mujeres y niños llevados como botín en una carreta. Acaz, rey de Judá, pidió a Teglatfalasar III ayuda contra sus enemigos, lo cual hizo que las tribus israelitas del otro lado del Jordán fuesen las primeras en sentir el peso de la esclavitud.