Los enormes monstruos alados que guardaban la escalinata real


Estos monstruos se llamaban "guardianes de la escalinata real", y cuando estaban en sus primitivos puestos, debían realmente parecer imponentes en aquellos grandes patios embaldosados de losetas de piedra pintada de brillantes colores. En estas piedras esculpidas hallamos referidos los hechos de los más célebres reyes de Asiria, en el tiempo más esplendoroso de esta nación, desde el siglo ix al vil antes de Jesucristo.

Todos fueron grandes guerreros, grandes edificadores y amantes de la caza, y tres de ellos, por lo menos, grandes bibliófilos.

De las excavaciones hechas en un montículo de la antigua ciudad de Calah, se extrajeron restos del palacio de Asurnasirpal, nombre que significa "Asur protege a su hijo". Los bajos relieves tallados en las piedras están llenos de vida, y representan a Asurnasirpal venciendo a sus enemigos,, marchando con su ejército y vadeando ríos. Son muy interesantes las figuras que representan soldados que cruzan las aguas sobre pellejos inflados y también las que muestran a los caballos nadando tras la barca, donde va la carroza del rey. Otra figura notable es la del mismo soberano que ofrece sus dones a los dioses vertiéndolos sobre los cuerpos de los toros y leones que él ha muerto. La obra pertenece, sin duda, al momento de apogeo del arte asirio.