Por qué los ancianos recuerdan mejor los hechos de su niñez


Es común encontrar ancianos que han olvidado lo que les ocurrió en el día, y, sin embargo, nos relatan con lujo de detalles cosas que vieron u oyeron en su juventud y niñez. Este fenómeno tiene una explicación muy simple. Durante la niñez y la juventud el psiquismo es apto para retener toda clase de excitaciones. Se asemeja a la arcilla fresca, que puede ser modelada según los deseos del alfarero. Entonces todas las excitaciones son nuevas, llaman poderosamente la atención, y se graban con gran facilidad. En cambio, la edad trae consigo una disminución de la sensibilidad de los sentidos, las excitaciones que éstos nos aportan son cada vez más débiles; el psiquismo carece de plasticidad, retiene con dificultad, y por ello reproduce mal, parcialmente, y entonces los ancianos apenas pueden reconocer lo retenido y reproducido.

Esto nos enseña lo necesario que es aprovechar los años juveniles para el estudio. Hay muchísimas cosas, idiomas, por ejemplo, que nunca se saben bien si no fueron aprendidos en la niñez o en la juventud, cuando el psiquismo era plástico y podía retener gran número de impresiones.