Diferencia que hay entre recordar y acordarse


Todo lo que ha pasado por nuestros sentidos y fue retenido por el cerebro, puede recordarse, es decir, convertirse en algo que podemos reproducir con sus detalles como si lo estuviéramos viendo. Sin embargo, hay dos maneras de que las cosas vuelvan a nuestra memoria, una directa y otra en forma indirecta, las cuales trataremos, especialmente, a continuación.

Cierta vez, por ejemplo, hice una excursión con un grupo de amigos y nos detuvimos a contemplar un paisaje. La belleza del mismo suscitó una viva conversación y todos hicimos apreciaciones que con el tiempo olvidé. Vuelto años después al mismo lugar, contemplando el mismo paisaje, recuerdo perfectamente todo lo que mis amigos dijeron y me parece como si estuviéramos allí reunidos para repetir la conversación, aunque ellos no están presentes. Un estímulo, el paisaje, me hace reproducir la conversación, esto es, recordar con sus mínimos detalles lo que allí hiciéramos en aquella excursión.

Lo mismo puede ocurrir sin encontrarme frente al paisaje, y sin que nada obligue a recordarlo. Por ejemplo, esa excursión fue realizada en Navidad, hace muchos años, y hoy, en el escaparte de una tienda, veo un árbol de Navidad. Inmediatamente ese árbol que se llama de Navidad, me recuerda la festividad, y al recordar la festividad, me viene a la memoria que en una Navidad realicé una excursión. Pienso en los amigos que me acompañaron, en el lugar donde estuvimos, y así, paso a paso, llego al momento cuando contemplamos el paisaje y la conversación que sostuvimos. De manera indirecta, sin que nada estuviera relacionado con el paisaje y la excursión de hace muchos años, solamente por la identidad de la palabra Navidad, me acuerdo de esa circunstancia especial.

Esto nos presenta la diferencia entre recordar y acordarse. Recordar es memorizar un hecho por un estímulo directo, la visión del lugar donde algo ocurrió; acordarse es ayudar la memoria uniendo hechos que muy poca o ninguna relación tienen con lo que se ha memorizado.