Cómo una parte del cerebro se desarrolla y se forma la retina


La zona interior de nuestro cerebro está revestida de células. La parte cerebral del ojo está constituida por una formación propia del cerebro que ha crecido y se ha desarrollado para formar la retina. Las células visuales no están en la parte anterior de la retina, sino detrás de ella y son, en realidad, las mismas células que revisten las cavidades cerebrales; y, cuando el cerebro emite los pequeños bulbos que han de formar los ojos, las referidas células revisten el interior de estos bulbos.

Las células visuales son de dos clases, que por su respectiva forma se llaman bastones y conos. En conjunto forman una empalizada regular de células contra las cuales choca la luz, y si los materiales refringentes, situados en la parte anterior del ojo, están bien dispuestos, la luz forma su foco precisamente en la retina. En el ojo hay más bastoncitos que conos; sin embargo, es indudable que éstos son más importantes, como luego veremos con más detalles.

En toda retina hay dos puntos que difieren del resto de ella; uno es el lugar en que el nervio óptico se expansiona, por decirlo así, para formar la retina. En dicho punto no hay bastones ni conos y por eso es ciego. La luz que llega a él no se ve.