La notable facultad que posee el protoplasma de hacer cosas nuevas de otras viejas


Fácil es recordar aquí que los llamados elementos se combinan entre sí para formar compuestos. El ejemplo más sencillo de cuerpo compuesto es el agua, formada por la combinación del oxígeno con el hidrógeno; y el agua, según hemos dicho, se encuentra en el protoplasma. Pero los compuestos de que consta realmente el protoplasma, si bien están constituidos por elementos ordinarios, difieren por completo de todos los demás compuestos. Así, pues, el poder del protoplasma estriba en convertir las sustancias más corrientes y vulgares en otras nuevas y enteramente distintas. Una cosa parecida hacen los poetas con las palabras usuales, y los grandes compositores de música con los sonidos que están al alcance de cualquiera de nosotros. Así, la vida, con los elementos que abundan en todo el mundo, transformándolos en protoplasma, origina los hermosos y variados seres que han existido, que existen y que existirán en adelante sobre la faz de la Tierra.