Por qué es mejor comer corteza y pan duro que pan tierno


La corteza de pan vale más que la miga, sencillamente porque la miga tiene más agua. Es, pues, un error el no comer la corteza. Además de que la corteza es muy rica en principios nutritivos, hay que tener en cuenta el hecho de que el acto de roerla es muy beneficioso para los dientes. Esto es especialmente cierto en cuanto a los dientes de los muchachos; y es muy posible que una de las razones de los malos dientes sea la de no haberlos ejercitado debidamente, cuando éramos jóvenes. Como hemos visto ya varias veces, no hay facultad ni estructura vivas que no se malogren, cuando no efectúan el trabajo que les corresponde. No sabemos cuál de estas dos razones es la más importante para comer corteza; pero cuando consideramos la gran parte que los dientes tienen en la salud y en la felicidad de nuestras vidas, nos inclinamos a pensar que el gran valor de la corteza está en el trabajo que da a los dientes. El pan tostado es mucho más nutritivo y más digerible que el ordinario, porque está más seco. Cuando comemos la miga del pan tierno, la hallamos difícil de digerir, porque escasamente puede ser masticada y porque está muy húmeda; debido a esto último no puede absorber los jugos de la boca. Ahora bien, ya hemos dicho que la digestión del almidón y la transformación de éste en azúcar depende en gran manera de la saliva, y sabido es que el pan es un verdadero alimento de almidón. Por consiguiente, debemos comerlo duro, o en forma de galletas o tostado; de esta manera está tan seco que absorbe la saliva de la boca, y nosotros ponemos gran cuidado en masticarlo bien.