Una agradable bebida originaria de China: el té


Tanto la planta del té como la preparación de una bebida con sus hojas tienen su origen en China. No se puede precisar con certeza cuándo ni quiénes fueron los iniciadores de su uso, pero una leyenda atribuye este privilegio al emperador Shen Nung, que vivió en el año 2737 antes de Jesucristo. Durante muchos siglos el consumo del té quedó limitado a su país de origen, y sólo en la Edad Media se conoció en Japón, desde donde se extendió al resto de Oriente.

El conocimiento de esta bebida en Europa fue muy tardío. Si bien es cierto que los portugueses fueron los primeros en tener noticias del té y de sus usos, debido a los continuos viajes que sus marinos hacían a China, los que realmente divulgaron esa bebida fueron los marinos holandeses que traficaban con los pueblos orientales. La primera casa para la venta de té en Europa fue abierta en Londres en el año 1658; desde entonces, el uso de la “bebida china”, como se acostumbraba a llamarla, se extendió gradualmente, hasta que a mediados del siglo pasado tuvo rápida difusión gracias a los mejores métodos de transporte y al acrecentamiento de los cultivos de té en Oriente.