El cruzamiento: los órganos de la reproducción vegetal


El hacer cambios mediante el cruce requiere algún conocimiento de la estructura de las flores. No obstante, conociendo los órganos de la reproducción de éstas, la operación es fácilmente comprensible. El pistilo es el órgano femenino de la flor; está situado en el centro de ésta y contiene el ovario o rudimento de la semilla. Lo rodean unos filamentos largos llamados estambres, que son los órganos masculinos de la flor y tienen en sus extremos unos corpúsculos llamados anteras, en cuyo interior se elabora el polen, polvillo generalmente amarillento, necesario para el desarrollo de la simiente en el pistilo. Cuando éste se halla suficientemente desenvuelto, está en disposición de recibir el polen. Muchas plantas pueden realizar las distintas funciones genesíacas en tiempos diversos, y cabe muy bien el que las anteras se desprendan del polen antes que el pistilo esté en condiciones de recibirlo.

No obstante, el viento dispersa el polen en todas direcciones, y muchos insectos, especialmente la abeja, ayudan a llevarlo de flor en flor; pero, si el polen no llega al pistilo, éste muere y la semilla no puede desarrollarse. Del mismo modo, si se cortasen las anteras antes de que descargasen el polen o se cubriese el pistilo con una funda de papel, para impedir que reciba polen alguno, el pistilo moriría. Y si desapareciesen las demás flores de su especie, las semillas no podrían formarse. Esto nos demuestra, cuan necesario es que el polen llegue de un modo u otro al ovario.