Cómo se formaron las amapolas rojas y azules


Los campos de California se doran a veces con una flor amarilla silvestre, llamada amapola californiana.

Burbank observó cierta vez una flor que tenía en su interior una faja carmesí. ¡Era bastante! Por aquella faja carmesí conoció que antes habían existido allí amapolas rojas, desaparecidas después por una u otra causa; las flores sólo necesitaban una oportunidad para tornar a su primitivo color; veamos cómo se la proporcionó Burbank. Guardó aquella flor, y cuando echó semillas, plantó éstas, y vio que de las flores que brotaron algunas poseían una faja roja mayor que la de la flor madre. Hizo una nueva selección y volvió a escoger las que mostraban en sus pétalos mayor cantidad de color rojo. Procedió así varias veces hasta obtener la amapola roja, que ahora vuelve a parecemos natural del clima californiano. La amapola azul tiene una historia idéntica; de entre 200.000 semillas Burbank descubrió una flor con una débil faja azulada; la cuidó, y lo demás fue cuestión de tiempo y paciencia. Burbank dice que no hizo nada maravilloso; solamente dio ocasión a las amapolas roja y azul para volver, y efectivamente volvieron.