Desarrollo de nuevos árboles


Así fue como se obtuvo el nogal paradójico. Se tomó polen de la flor del nogal inglés y se fecundó con ella el pistilo de la flor del nogal californiano. Se cuidó mucho aquella flor, y las nueces que produjo se plantaron con grandes precauciones. A los trece o catorce años los nogales, ya de tres o cuatro metros de alto, habían crecido de modo diverso al de los dos árboles padres. Eran grandes y hermosos, pero no buenos productores de nueces. No obstante, a pesar de su rápido crecimiento, como unas cuatro veces más rápido que el del nogal inglés, la madera es excelente. Es fina, dura, de un color hermoso, y muy útil para la ebanistería.

Cruzando del mismo modo el nogal negro de California con una variedad oriental, se produce el nogal regio, árbol precioso, pero de lente desarrollo. No obstante, es muy fructífero. Tal vez algún día tendremos un árbol en que se reúnan combinadas todas las cualidades apetecibles: de rápido crecimiento, muy fructífero y de madera resistente y hermosa. Los experimentos hechos con árboles frutales producen sorpresa tras sorpresa. Burbank obtuvo muchas especies nuevas de ciruelas y gran variedad de manzanas, cerezas y membrillos, y una fruta enteramente nueva, la cirocoque, formada cruzando el albaricoque con la ciruela del Japón.

La ciruela Barlett tiene una historia interesante. Burbank estaba comiendo cierto día una ciruela, y notó que tenía un gusto parecido al de la pera Barlett. Según su costumbre de seleccionar, guardóse la pepita y la sembró, y el resultado fue un ciruelo que dio frutos de gusto y fragancia semejantes a los de la pera Barlett.

La ciruela Climax es el producto del cruzamiento de la ciruela amarga de la phina con la del Japón. Burbank ha producido también ciruelas con pepitas muy pequeñas y variedades de ellas.