El peligro que ofrece el gas metano en las minas de carbón


Nos limitaremos aquí a estudiar el metano o “gas de los pantanos”, prescindiendo de los demás hidrocarburos. Este gas se desprende de los terrenos pantanosos y puede recogerse fácilmente en pequeña cantidad agitando el lodo que hay en el fondo de las aguas estancadas. Asimismo se encuentra en el gas del alumbrado y es uno de los gases que se forman en las minas de carbón. Los mineros le dan el nombre de “grisú”, y cuando se encuentra mezclado con el aire de una mina basta encender un fósforo para provocar una explosión. De esta manera han perdido la vida muchos trabajadores; hoy los mineros usan la lámpara de seguridad inventada por sir Humphrey Davy, en la cual la tela metálica que envuelve la llama enfría la mezcla gaseosa interna e impide así la inflamación del grisú.

No necesitan los químicos ir a los pantanos en busca de este gas, pues lo pueden obtener con gran facilidad de diversos compuestos. Es incoloro e inodoro -desgraciadamente para los mineros- y al quemarse produce anhídrido carbónico y agua.