Cómo los compuestos orgánicos más sencillos, o hidrocarburos, ofrecen maravillosas aplicaciones


Las fórmulas de los compuestos orgánicos deben ser siempre desarrolladas, es decir, deben mostrarnos la arquitectura de la molécula precisando la forma en que aparecen unidos los diferentes átomos. Esto es necesario porque, conforme se indicó, existe gran número de isómeros cuyas propiedades difieren a pesar de estar constituidos por los mismos elementos en idéntica proporción.

Las sustancias orgánicas más simples aparecen formadas por carbono, cuyo símbolo es C, y por hidrógeno, de símbolo H, y por entrar sólo estos dos elementos en su composición reciben el nombre de hidrocarburos. Hay hidrocarburos de cadena abierta o alifáticos e hidrocarburos de cadena cerrada o cíclicos, y entre los primeros los hay con enlaces simples, dobles y triples. Los de enlace unitario pertenecen a la serie llamada parafínica, los de doble enlace a la serie etilénica y los de enlace triple a la denominada acetilénica.

El nombre de todos los hidrocarburos está formado por una raíz que indica el número de átomos de carbono (met, et, prop, but, pent, etc.) y la terminación ano si son parafínicos, eno si son etilénicos e ino si se trata de hidrocarburos acetilénicos.

Estas series de hidrocarburos, en las que cada término difiere del siguiente en CH2, se denominan series homologas y en ellas se observa una variación de las propiedades físicas, mientras las químicas se conservan semejantes. Buen ejemplo de esta variación de las propiedades físicas tenemos en el hecho de que los primeros términos de las series son gaseosos, los siguientes líquidos y los restantes complejos sólidos.

La gran importancia de los hidrocarburos estriba no sólo en el hecho de que el petróleo está constituido en gran proporción por hidrocarburos, sino, y lo que es aun más importante, porque los hidrocarburos pueden considerarse como los compuestos de los cuales se derivan casi todas las demás sustancias orgánicas.

Respecto a los hidrocarburos de cadena cerrada, el más importante, por ser el punto de partida para la obtención, al menos teórica, de los llamados compuestos aromáticos es el benceno, cuya fórmula es la siguiente: C6H6.