De cómo se obtiene el cloroformo, que ha evitado tantos dolores a millones de personas


Los hidrocarburos pueden convertirse en otros compuestos, sustituyendo algunos de sus átomos por otros; la obtención del cloroformo es un ejemplo notable de lo que antecede. Si tomamos el metano CH4 y reemplazamos tres átomos de hidrógeno por otros tantos de cloro, cuyo símbolo es Cl, obtendremos el cloroformo de fórmula CHCl3 que ha evitado tantos dolores a millones de personas. El famoso químico alemán Liebig estaba dedicado al estudio de los hidrocarburos cuando obtuvo el cloroformo por primera vez. Liebig se sintió ampliamente compensado de su ardua labor al lograr sustituir tres átomos de hidrógeno de la molécula del metano por tres átomos de cloro, a pesar de que esto no pasaba de ser un hecho científico del que no cabía sospechar, por el momento, la importancia que tendría para la humanidad doliente. Sin embargo, en la actualidad nadie ignora los enormes beneficios obtenidos por la ciencia y los enfermos con la aplicación del cloroformo.

Sirva esto de enseñanza a los que opinan que la ciencia sólo debe ocuparse de lo útil, sin comprender que nadie puede prever lo que será o dejará de ser útil; aparte de que, a medida que aumenta nuestro caudal de conocimientos, nos convencemos de que todos los descubrimientos científicos llegarán algún día a tener su utilidad. La labor de los químicos en lo tocante a los hidrocarburos, partiendo del gas de los pantanos o de otros compuestos relacionados con él, le ha valido a la Humanidad algunas de sus conquistas más preciadas.