El maravilloso sistema métrico decimal, que tanto nos facilita los cálculos


No hemos hecho sino empezar la enumeración de las ventajas que, por su sencillez, ofrece el sistema métrico decimal, o métrico. La principal es que todas las demás medidas se calculan partiendo del metro. Las pintas y cuarterones, usados aún por los ingleses y los estadounidenses, no tienen nada que ver con su unidad de longitud, la yarda. Pero en el sistema métrico, todas las medidas de capacidad se fundan en la longitud del metro; asimismo las medidas de peso, o más bien de masa, tienen por base el peso o la masa de un volumen determinado de agua, el cual, a su vez, está derivado del metro. Resulta, por consiguiente, que el peso, la longitud y el volumen se refieren todos a las mismas unidades fundamentales, y por eso mismo pueden calcularse en un momento con poquísimo trabajo.

Así es que, si un sabio estadounidense se viera obligado a efectuar todos sus cálculos en pulgadas, granos y pintas, en vez de usar el sistema métrico, tardaría una semana en realizar el trabajo que ahora puede hacerse en un día.

Tenemos, pues, la unidad de tiempo, que es el segundo, y la de longitud, que es el metro; pero al considerar un objeto en movimiento, además del tiempo y del espacio, es preciso tener en cuenta la cantidad de materia puesta en movimiento.