Las confusiones del antiguo sistema de pesos y medidas


En algunos países de Europa y de América suelen contar por granos, onzas y libras, los cuales no guardan relación alguna con las yardas, las pulgadas ni las pintas. Se da el caso de que una clase de libras se componga de cierto número de granos y de onzas, mientras otra se compone de un número muy distinto de esas otras unidades inferiores, pues reina en todo ese sistema verdadera confusión.

Así se comprende que no lo utilicen los hombres de ciencia. Lo que conviene es una unidad de masa que tenga algún fundamento, y desde luego habremos de escogerla de manera que entre ella y las demás unidades subsista una relación sencilla y que resulte de utilidad práctica. Así es que, en primer lugar, hemos escogido como material el agua, por ser una sustancia importante al par que muy conocida. La densidad del agua no es constante, varía muy lentamente con la temperatura. Esta variación es tal que a medida que disminuye la temperatura aumenta la densidad del agua. Lo notable aquí es que, al llegar a los cuatro grados centígrados, la densidad del agua alcanza su valor máximo. A partir de esa temperatura la densidad comienza a disminuir. Bien; para definir la unidad de masa se elige el agua pura a la temperatura de 4°C. Tal unidad es el gramo, que representa la masa de un centímetro cúbico de agua pura ponderada siempre a dicha temperatura.

La escala termométrica llamada centesimal o centígrada, esto es, de cien grados, también ha sido establecida, con muchísimo acierto, sobre la base del sistema decimal; el cero de esta escala corresponde a la temperatura de la fusión del hielo, y el 100 a la de ebullición del agua. La emplean todos los sabios para cálculos científicos, y es también de uso corriente en muchas partes del mundo. Pero en Estados Unidos de América, Gran Bretaña, Holanda y Alemania, persisten todavía en emplear la escala de Fahrenheit, en la que el punto de la fusión del hielo corresponde a 32 grados de la escala centígrada, y el de ebullición del agua a 212.

Además del gramo existen, como en el sistema métrico decimal, unidades mayores y menores, pero todas ellas son múltiplos o submúltiplos del gramo. Así se tienen decigramos, centigramos o miligramos, para poder expresar, de este modo, unidades menores o submúltiplos.