La evolución de las bellas artes en la India


El arte hindú alcanzó un gran desarrollo, y prácticamente se puede decir que, si bien la corriente nacional sufrió influencias de Persia y de Grecia, fue el verdadero padre de todo el arte oriental. Su apogeo corresponde al reinado de Asoka (siglo xi a. de C), que convirtió la doctrina de Gautama Buda en religión oficial del Estado. De esa época quedan las famosas columnas conmemorativas que recuerdan los episodios más destacados del monarca.

Si bien el arte hindú extendió su influencia por el Sur hasta Indochina c Indonesia, y por el Norte hasta Corea, China y Japón, en cambio recabó inspiración de la arquitectura persa y de la escultura helénica.

A partir del siglo vii se produjo una reorientación artística en la India como consecuencia del renacimiento brahmánico, y el arte de esa época, llamado por tal causa neobrahmánico, se bifurcó en dos grandes ramas: la del Norte originó el estilo Orissa, cuyas construcciones típicas fueron los templos derivados de los carros procesionales, denominado también gótico horizontal, y la del Sur, que determinó el estilo meridional o barroco tropical, por la cantidad de piezas escultóricas agazapadas en pequeños nichos u hornacinas.