Arte moderno en América Latina, consideraciones generales


En todos los países de América latina la arquitectura moderna ha seguido un proceso análogo, con características más o menos propias para alguna región, que arranca en los años de prosperidad de comienzos del siglo, manifestándose entonces en la importación de estilos europeos para los grandes edificios públicos, las iglesias y las residencias particulares notables; sigue con un período de reacción seudo moderna en el que el cemento armado y la decoración geometrizante modifican la fisonomía estilística anterior de las casas, y llega finalmente al momento actual, en que una ola de discípulos racionalistas de Le Corbusier u organicistas de Frank Lloyd Wright tratan de resolver los múltiples problemas de arquitectura y urbanismo que están todavía pendientes de solución en las ciudades americanas.

En Brasil, Perú o México el regionalismo ha estado presente en la consideración de los arquitectos modernos y, de un modo u otro, se ha manifestado en las últimas construcciones comunicándoles un sabor especial. En Venezuela, en años recientes, hubo un gran desarrollo constructivo: en la Ciudad Universitaria de Caracas, por ejemplo, se han realizado interesantes expresiones de coordinación entre pintores, escultores y arquitectos, de acuerdo con los nuevos enfoques de la arquitectura. En Chile se han organizado, no hace mucho, los estudios urbanísticos, y en Argentina hay figuras de arquitectos que son conocidas mundialmente.

De algunos de estos países señalaremos brevemente la situación con respecto al complejo arte arquitectónico, y al mismo tiempo daremos noticias relativas a la pintura y la escultura modernas, artes que también han seguido en todos los países de América latina un proceso similar desde los años de la Independencia.