Arquitectura moderna en Brasil: principales edificios


Ya bien entrado el siglo xx la arquitectura moderna brasileña empieza a despertar interés. Durante todo el xix y principios de nuestro siglo los pocos palacios, como el Catete o el Itamaratí, la casa de Moneda o la Santa Casa de Misericordia o algunas iglesias que se destacaban de las construcciones modestas y antiestéticas de esa época, eran obras realizadas según modelos europeos que reproducían convencionales moldes clásicos.

El año 1930 marca una fecha importante para la arquitectura moderna brasileña, a causa de haberse encargado de la Escuela Nacional de Bellas Artes el arquitecto Lucio Costa, cuyas enseñanzas pondrán en ejecución sus colegas posteriores.

La nueva arquitectura fue llevada adelante por Niemeyer, Roberto, Reidy, Moreira, quienes asimilaron las enseñanzas de Le Corbusier y las adaptaron a las condiciones regionales mediante una ductilidad plástica correspondiente al clima, el paisaje y el carácter de la población, y reeditaron, además, elementos decorativos autóctonos como los azulejos, que se convirtieron en los grandes murales de mayólica. Entre las construcciones más importantes y novedosas se encuentran la iglesia de Pampulhas, el Club Libanés de Belo Horizonte y en Río de Janeiro, la Banca Boa Vista, el Ministerio de Educación, el Edificio Seguradoras, el Museo, etcétera.