Solución de estas agitaciones. Llegada del virrey Cisneros


Estos sucesos no quedaron sin repercusión en Buenos Aires. Los españoles que formaban allí el partido hostil a Liniers, al saber lo acaecido en Montevideo, se alzaron, acaudillados por don Martín de Álzaga, exigiendo la deposición del virrey, la convocatoria a cabildo abierto y la organización de una Junta. Valiéndose Liniers de la fidelidad del cuerpo de Patricios, compuesto de jóvenes criollos, pudo reprimir el levantamiento. Pero Álzaga y sus principales partidarios, acogidos en Montevideo por Elío, hicieron, de concierto con éste, todo género de esfuerzos para persuadir a la Junta de Sevilla de la deslealtad que atribuían a Liniers, y al cabo consiguieron su objeto. El virrey fue separado, y acató lealmente esta resolución; en su reemplazo llegó al Río de la Plata, en julio de 1809, el brigadier don Baltasar Hidalgo de Cisneros.

La Junta de Gobierno formada en Montevideo quedó disuelta, por acuerdo de la de Sevilla, simultáneamente con la separación de Liniers, y obedeciendo a órdenes del mismo origen, dejó el gobierno de esta margen del Plata el coronel Elío.