Viajar en los trenes modernos es un verdadero placer


Los múltiples adelantos que se han producido en la construcción de los trenes hacen que parezca increíble pensar que, en otras épocas, los viajes por ferrocarril carecieran de la rapidez, comodidad y seguridad que hoy los caracterizan.

Las compañías ferroviarias se preocupan extraordinariamente porque el viaje resulte un verdadero placer para los pasajeros.

Aun los vagones de tercera clase poseen asientos confortables, buena luz y todos los detalles que puedan hacer más agradable el trayecto.

Si parte del camino se cumple durante las horas de la noche, los pasajeros pueden pernoctar en cómodos compartimientos para dos o cuatro personas, provistos de literas que se hallan adosadas a las paredes. Otros trenes llevan vagones especiales, ocupados únicamente por literas; cuando los viajeros se levantan, por la mañana, se trasladan a los coches comunes con asientos.

Generalmente, los trenes conducen un servicio de bar y restaurante. Los vagones comedor ofrecen singulares características de comodidad, y se trata siempre de aprovechar al máximo el espacio, de forma tal que resulta siempre muy agradable pasar unos momentos en ellos. Por otra parte, el servicio está atendido por un verdadero equipo de cocina, que prepara, en otro vagón especial que cuenta con todas las instalaciones necesarias para ese fin, las comidas que se sirven.