Elementos y útiles de trabajo del novel filatelista


Además del álbum donde se coleccionan los sellos postales, el filatelista deberá proveerse de algunos útiles indispensables para realizar sus tareas con mayor seguridad y eficacia, tales como: una pinza, para el manejo de los sellos, liviana y de puntas redondeadas; una lupa, vidrio de aumento o cuentahilos, para facilitar su examen; un odontómetro, para determinar los diversos dentados; una cubeta de fondo negro o busca filigranas, para distinguir las marcas de agua; bisagras o charnelas de papel engomado, para pegar los sellos; y catálogos o guías de valores postales, para orientarse en la clasificación y los precios. Existe, además, una abundante bibliografía, libros y revistas, sobre todos los temas que se refieren a la filatelia, que es conveniente que el coleccionista lea para estar al día en los conocimientos y novedades de su afición. Esta literatura filatélica abarca estudios científicos y de divulgación muy importantes, que demuestran que la filatelia, tratada seriamente, ya no es un juego de niños o de desocupados, sino una afición interesante a cuyo dominio se llega con dedicación y método, y que permite alcanzar un alto grado de instrucción por el conocimiento que da de la historia, la geografía y el arte de cada país, documentados en sus sellos postales. Se puede adquirir, además, la educación estética inherente al aprendizaje en la apreciación de la belleza de las impresiones, tintas, dibujos, filigranas y paisajes. De ello se desprende que la filatelia, al par que nos brinda la oportunidad de obtener conocimientos y ampliar nuestra cultura, nos enseña a trabajar paciente y sistemáticamente.